En los últimos meses, la DYA, además de continuar con su labor diaria, acompañar a personas mayores en situación de soledad, dar cobertura sanitaria a numerosas actividades durante la Aste Nagusia, recoger, clasificar y enviar ropa para los damnificados del terremoto de Siria y de la guerra de Ucrania, enseñar Primeros Auxilios en los colegios o dar apoyo al Servicio de Teleasistencia BetiON del Gobierno Vasco… ha debido enfrentarse a una situación financiera delicada, producida por decisiones anómalas tomadas por el presidente de la anterior junta directiva.
Finalmente, aplicando la figura jurídica del Concurso de Acreedores en Continuidad, se ha logrado zanjar la situación sin tener que atender un compromiso financiero ajeno a la verdadera misión social de la institución.
Agradecemos de corazón el respaldo recibido por la sociedad vizcaína y, especialmente, por los socios-colaboradores que nos han demostrado con su confianza que todos somos la DYA.
Seguimos.